Nosotros

VICARÍA DE LA SOLIDARIDAD 
OFICINA DE DERECHOS HUMANOS
¿QUIÉNES SOMOS?
Somos una Oficina de la Pastoral Social del Vicariato Apostólico “San Francisco Javier”,  creada en 1993.  Estamos  articulados en redes   y  brindamos un   servicio   integral en:  educación, difusión y defensa de Derechos Humanos con valores Cristianos en todo el ámbito territorial del Vicariato Apostólico San Francisco Javier.

RESEÑA HISTÓRICA
La “Vicaría de la Solidaridad” es un área de la Pastoral Social del Vicariato Apostólico San Francisco Javier de Jaén – Perú que fue creada en marzo del año 1993 por el Obispo de Jaén de aquel entonces,  Monseñor José María Izuzquiza Herranz S.J., con el propósito de propiciar la solidaridad, la justicia y la paz a través de la promoción de los derechos humanos en las provincias que comprende el Vicariato Apostólico San Francisco Javier.

Nace en un contexto de violencia política de los años 90, momento en que se vivía constantes violaciones de los derechos humanos debido a las disputas por los territorios y recursos naturales y el inicio en Perú, de una economía predominantemente extractivista. El país empezó a vivir una coyuntura convulsionada por los cambios radicales en los lineamientos económicos y en la concepción de desarrollo con consecuencias, durante las dos últimas décadas, de múltiples y variados conflictos socia-ambientales, muchos de ellos, mediados por la violación de derechos humanos. La manifestación más clara de estos conflictos ambientales fue la explotación indiscriminada de madera que empezó a realizar la empresa INCAFOR en la provincia de San Ignacio. Entre las consecuencias que tuvo dicho conflicto fue la acusación de terrorismo a 11 campesinos que defendían los bosques de San Ignacio. Estas denuncias hicieron sentir a la población la precariedad y debilidad del Estado para garantizar un estado de derechos para la población rural. Por eso la ciudadanía empezó a organizarse en movimientos sociales para defender los derechos humanos de los campesinos. Esta oficina nace para sumarse y acompañar a esos movimientos.   

La Iglesia que estaba preocupada por el estado de vulneración de  los derechos humanos de las personas pobres, inició la tarea social con el P. José Antonio Recharte s.j. quien fuera responsable del área de la Pastoral Social en ese entonces. Dicha tarea fue posteriormente asumida por la Hna. Marisabel García Walters quien dirigió la oficina hasta el año 2009. Finalmente, fue el Mons. Santiago M. García de la Rasilla D. quien a través del decreto Nº 03 VASFJ-2006 crea oficialmente la Oficina de Solidaridad con el propósito de educar, difundir y defender los derechos Humanos en el ámbito del Vicariato San Francisco Javier. En la actualidad el P. Segundo Jacinto Cajo Bernilla asume la dirección de la Oficina con la propuesta de Mons. Santiago M. García de la Rasilla.

La Vicaría de La Solidaridad, hoy denominada Oficina de Derechos Humanos, trabaja en coordinación con todas las áreas de la Pastoral Social del vicariato articulando de esta manera a las parroquias, puestos de misión y a los diversos sectores organizados por el Proyecto de la Pastoral de Comunión y Renovación emprendida en el año 2002. También es miembro de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) a través de la cual se articulada a la red regional, nacional e internacional defensora de los derechos humanos. Entre las instituciones con las que coordina a nivel nacional están La Comisión Episcopal de Acción Social – CEAS, Instituto de Defensa Legal (IDL),  Instituto Peruano de Educación en Derechos Humanos y la Paz (IPEDEHP), la  Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz (FEDEPAZ), el Centro de Estudios y Acción para la Paz (CEAPAZ),  el CAAP, Diakonía, APRODEH, etc.

En la actualidad la Oficina sigue teniendo el gran reto de facilitar el acceso a la justicia de la población más pobre que es la más vulnerable y desamparada del sistema de justicia nacional. Esta tarea se vuelve más necesaria y urgente en un contexto en que las comunidades indígenas empiezan a hacerse presentes en los procesos de desarrollo nacional los mismos que se llevan a cabo no exentos de injusticas y de violaciones de derechos humanos por parte del Estado. En nuestro país las comunidades andinas se incorporaron a la dinámica nacional como actores de desarrollo en la década de los años 90 y, en la segunda mitad de la década del 2000, lo empiezan a hacer las comunidades indígenas de la selva. La expresión más clara de esto fueron los  sucesos violentos ocurridos el 5 de Junio del 2009 en Bagua. La gravedad del conflicto puso en agenda de la Iglesia de Jaén la necesidad urgente de incidir en la zona selva donde se vulneran los derechos humanos de las comunidades campesinas y Amazónicas y se avizoran otros futuros conflictos ecológicos, medioambientales y sociales.


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